El mapa del tesoro

Felipón y Pía dormidos desde las 9, no me lo creo. Qué diferencia con respecto a los primeros días. Aún así Felipón está muy cansado. Hemos resistido a los primeros días de aires acondicionados sin ponernos malos pero ellos dos han caído, tienen mocos y están un poco más flojos. Eso, sumado a la paliza que supone un viaje y estar fuera de casa, aunque en el hotel estemos felices, han cenado pechugas de pollo con ajo y limoncito, que ha preparado mi madre, judías verdes con zanahoria y patata, que he hecho yo, como en casa, casi me quedo sin respiración de lo larga que es esta frase, y que el Profesor chan está haciendo una reconstrucción en su cabeza increíble, la cosa está para que Pía y Felipón se líen la manta a la cabeza y echen a correr. Correr correr es un decir.

Hoy me contaba uno de sus ayudantes que Felipe tiene en su cabeza grietas, en el cráneo y dentro en el cerebro. A saber cómo la tenemos los demás, prefiero nos saberlo que no sé si tendría tanta paciencia como él para que me la moldeara como una figura de plastilina y además me hablaran en chino. Porque para Felipón el inglés es como el chino, no entiende ni lo uno ni lo otro. Cada vez que alguien le habla español me mira y me dice, mamá, me habla español.... Emocionado. Muy emocionado, que como dice su madrina Jimena, tiene tela ahora que empezaba a aclararse con el francés, le traigamos aquí. 

Y seguro que tiene razón este profesor. Una de sus lesiones es eso, para sortear una protuberancia extraña que vieron mediante escaner en el embarazo, el cerebro ha buscado la forma de sortearla, por lo que lo que me definieron un día como las curvas de la inteligencia, tienen en su caso una forma extraña y parecen grietas, de alguna manera. Eso también se lo están corrigiendo, o eso dicen. Porque hay cosas que desde fuera no se puede confirmar al cien por cien. En cuanto a la estructura, a lo que se toca, no tengo dudas. Para hablar de resultados en él, aún es pronto. Cuando anda, ayudado por nosotros, sí le notamos mucho más recto y autónomo. Lo curioso, os lo decía estos días, es como si él tuviera miedo a dar un paso adelante y no hace ningún esfuerzo en andar. Quiere gatear todo el rato. Chan me dice que es normal. Me ha regalado una máquina para que se la pase por las piernas con el fin de relajarle los músculos porque dice que se cansará mucho al andar al poner ahora más peso en ellas. Lo que creo que le falta aún un poco es equilibrio. Ayer justo le trabajaban el cerebelo, tiene un quiste que se lo presiona, así como el vermis, y eso le ha hecho retrasar aún más las cosas, no sólo la hipotonía. ¿Sabéis una cosa curiosa? Chan ayer le puso el puntero rojo a Candela en el lóbulo de la oreja, con mi permiso, mientras le ponía una máquina en la cabeza a Felipón. Me dijo que era para recrear el mapa de un cerebro, sin lesiones, en el cerebro de Felipón. Hoy ha hecho lo mismo pero el puntero en el lóbulo de su propia oreja, en la del mismísimo Chan. Le he dicho que iba a ser un orgullo tener otro Chan en casa, a ver que información le mete. Yo, como os digo, a estas alturas me lo creo todo. 

Mi madre ni os digo cómo salía de su sesión. Flipada sería la palabra. Nueva. Diferente incluso. Os lo prometo. Con la circulación de las piernas mucho mejor y por lo tanto más deshinchadas... En general, mucho, mucho mejor. Ha hecho una lista de cosas tan largas que Chan suda cuando la ve. TODO consiste en creer. 

Estos niños son tan buenos, sobre todo porque son los míos y no tengo otros, que pienso que a veces les exijo más de la cuenta. Se portan en la consulta como dos personas mayores, con paciencia, queriéndose el uno al otro... para hacerse compañía. Entre las horas que pasamos allí, que quité a Felipon el pañal y ahora lo tiene que pedir y últimamente no lo pide y le digo que lo pida que no es tan difícil, que le digo que no grite, pero no hay donde hacerlo hasta que no volvamos a ir a la playa este fin de semana, que tiene que andar que estos días no está andando y debe hacerlo para muscular y le digo que mañana le bajo al desayuno andando y vuelta sin opción, que a Candela le digo que tiene que ayudar cuando se escaquea o darse más prisa cuando lo hace porque a veces creo que va despacio... fíjate que a veces me entra la sensación de que soy muy exigente. Y lo peor es que creo que no lo soy, para hacer la media con la educación que he recibido yo, pero quiero hacerlo tan bien con ellos... Quiero que sean niños y se lo pasen bien en un ambiente en el que no siempre es tan fácil. Pero creo que es necesario y que va en su mochila de experiencias que recordarán de por vida, uno y otro, con independencia de los resultados. Esta sensación es sólo hoy que con el catarro de Felipón le ha dado un poquito, muy poquito de epilepsia. 

Desde que os dije ayer que mi madre me dice que no a opiniones que luego resulta que son las mismas que tiene ella, me he pillado yo varias veces hoy haciéndolo con mis hijos, sin motivo, creo que sólo por el hecho de jugar a ser madre, como si en el manual de instrucciones dijera que tienes que decir que no... a pesar de que muchas veces tengo que reírme mirando a otro lado. Después digo que sí a todo lo que me preguntan durante un rato, con el peligro que eso conlleva. Tanto peligro que Candela repite a veces la pregunta dos veces. Si eso va in crescendo, porque imagino que cada vez me llevarán más la contraria, y yo a ellos, me haré cada vez más ogra. Veo a mis hijos escribiendo un blog para su familia y amigos diciendo que no pueden gestionar a su madre porque juega a decirles que no y que eso les desespera. Si es que no hay cómo mirarse desde fuera para tomar perspectiva y ver que hacemos cosas que a nosotros no nos gustan en los demás. Precisamente lo que echamos en cara a nuestras madres. Ay madre,como dice Felipón ... Esto que al final es una terapia mía de escribir un blog, como me dice Irene, me está haciendo ver cosas interesantes, además de retransmitir en directo mi vida a más gente de la que creo... Me mondo, como también dice Felipón, menos mal que a estas alturas ya me conozco y sé que mañana ya no me acuerdo de lo que digo hoy, porque sale todo solo, y siempre podré decir en mi defensa que no era consciente de lo que escribía. O sí, quien sabe. Ay madre, digo otra vez, encantada de la vida. 

No os cuento más del día porque el nuestro ha empezado bien tarde, no por levantarnos a las mil, sino porque hoy nuestro ritmo por los catarros volvía a  ser lento y casi llegamos sólo a hacer la compra de verduras y fruta y a la terapia. 

Me despertaba hoy con una frase que creo que escribí ayer. Cuando haces las mismas cosas todos los días, tienes los mismos pensamientos todos los días, las mismas emociones y por lo tanto, las mismas circunstancias, todos los días. No es cuestión de que de pronto te sientas mal por ello, creyendo que eres responsable de lo que te pasa, todo lo contrario, lo que pretendo hacer al recordarlo porque así lo he vivido yo, es saber que eres responsable de cómo te lo tomes. Porque este es el quit de la cuestión, y con eso ya te digo mucho. Nuestra mente, nuestro cuerpo... es lo mismo. Cuando cambio lo que hago con uno o con otro, el resultado es casi inmediato. Probadlo. Si en tu caso tienes un niño con lesión cerebral y no cambia tu hijo, si no mejora, cambia tú, mejora tú, serían mis palabras a cada rato. Funciona, te lo aseguro, ¿Y si ha venido a eso? ¿A echarte una mano él a ti? Y lejos de sufrir tienes que ser feliz... Si somos espejos unos de otros, ¿no crees que a veces reflejamos en ellos lo que a nosotros nos gustaría hacer si fuéramos ellos? El estado natural del ser humano es crear, justo lo escuché de nuevo esta mañana. Dicen que el 90 por ciento de nuestros pensamientos son repetitivos y negativos. Si nos ponemos a identificar desde este momento, en realidad yo llevo tiempo haciéndolo, qué pensamientos son esos, en qué perdemos el tiempo, con qué ocupamos el espacio de nuestra mente y nuestro corazón y por lo tanto de nuestro cuerpo, dejaríamos espacio a lo nuevo y trabajaríamos en que desaparecieran. No falla, pregunta a la vida. De verdad, esta noche pregunta cual debe ser el primer paso para cambiar tu vida o algo que no te guste de ella. De la tuya. No de la de otro. 

Seamos conscientes de lo que nos pasa. Os invito a pasar unos días tomando nota de lo que piensas, de por qué lo piensas, de cómo te sientes... Seguro que muchos ya lo hacéis. Pero para esas personas que ya lo hacéis, probad una cosa diferente. Haced algo que os haga vibrar, que lleveis tiempo sin hacer... algo que te de vértigo hacer. Que sea diferente, pero diferente de verdad. Puede que os parezca una tontería pero nos han eseñado a vivir en el espacio de lo conocido, ahí nos sentimos más seguros. Si nos salimos de lo conocido, del control, ahí es donde nos convertimos en creadores. Entramos en una dimensión superior, donde ya no hay lugar para todo aquello que antes ocupaba tanto espacio en nosotros, en contacto con una energía superior que nos guiará y nos ayudará a dar sentido a nuestra vida. Pero para eso debemos entregarnos y poner nuestra intención en ello, nuestra semillita. Nunca acaba, lo que hoy recibimos como mensaje mañana es otra cosa. Atentos a las señales. Y si no hacéis ni una cosa ni la otra porque ya las habéis hecho o porque no os apetece no importa tampoco, sólo se me ha ocurrido.

Últimamente hablo con amigas y familia sobre estas cosas. Al principio me miraban raro cuando empezaba a hablarles de mis ideas y mis nuevos planteamientos, o más bien de los planteamientos que desde siempre había tenido sin saber cómo aplicarlos. Ahora que ellos sienten lo mismo que yo, esa conexión a algo superior que intuyen en sus vidas, que les quiere ayudar para ser su guía, que se saben despiertos y conscientes, me lo cuentan alucinados como cusndo yo hablaba y aún hablo a quien ha comenzado primero. Llega tu momento, todo se alinea para que así sea. No hay escapatoria. Si la vida considera que estás preparado o tu fuerzas el estarlo, y haces los deberes más rápido cuando te llega la información que consideras adecuada para ti, entonces te manda todo tipo de pistas para que seas y te hagas aún más consciente. Esta vida consiste en vivir, ese es el trabajo, no es que a partir de ahora esto vaya a ser una montaña rusa, pero en vivirla bien. Ya no lees libros y tratas de memorizar, viene solo, lo integras en el momento. Recuerdas, recuperas, te conectas. 

Si os digo la verdad, es la primera vez que tomo la iniciativa o carrerilla en algo. Siempre he querido ir a mi aire, estar a gusto, sentirme bien, no molestar ni que me molestaran, no hablar mucho, mejor dicho, no queria destacar ni que me vieran, nunca me he esforzado en exceso por nada, y quien me conoce lo sabe. En el colegio sobrevivía gracias a las chuletas y a mis amigos que me dejaban copiar, lo mismo durante la carrera. ¿Qué ha pasado entonces? El nacimiento de Felipón ha acelerado un proceso que ya había empezado en mi un tiempo atrás, cuando sentí la necesidad de encontrarme y saber quien era. Y ahora parece que predico cuando sería la última de mis intenciones, pero por algo sale y no lo reprimo. A riesgo de decir tonterías, pero son las que que a mi me han funcionado y las que he pensado toda la vida aunque no las aplicara y sufriera mucho más que ahora.

Haz lo que te de la gana, tienes libertad pura para encontrar tu camino. Buena soy yo, que siempre la he necesitado. Sólo quiero decirte que si te llega una loca como yo diciendo que no sufras porque es una pérdida de tiempo, no es casualidad. Y que si aún tardas algo más en sentirte bien, es porque te queda alguna vuelta de tuerca que dar. Estate atenta que te lo irán diciendo. 

Sólo se trata de sentir, de comenzar una vida consciente de cómo eres, sin culpar a nadie, sólo responsabilizarte a ti, de tus decisiones y tus circunstancias. Ver aprendizaje donde antes veías obstáculo y problema. Saber que lo que tienes es lo que necesitas aunque no sea lo que sobre el papel, quieres. Pues empieza justo ahí, lo que tienes que no te gusta son tus primeros deberes... Es la primera pista de este mapa del tesoro. Y si ya estás en el mapa, nos vemos en el camino, seguro;)



Besosssss

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