Madres e hij@s

Llegamos a la consulta del profesor Chan y como siempre estaba lleno de gente. Cada día nos espera con una sonrisa,nos pasa rápidamente a uno de los espacios privados y cierra la puerta. Creo que se pone contento al vernos pero eso nunca lo podré asegurar, nuestra llegada siempre es muy a la española,entre carritos, niños y mayores y disculpas de por qué llegamos un poco tarde,bolsas... seguro que hablando alto,menos mal que ya llegas tú,Felipe, para poner orden que yo lo dejé en el cuenco de los tallarines que tomé hace dos semanas. Uno o dos de sus ayudantes se ponen manos a la obra. A mi madre hoy le han hecho alguna cosa más pero en la sala de al lado. Mientras, yo he cambiado pañal,dado la merienda y dormido a Pía.

Nos ha tocado un chico que no debió pasar buena noche porque ha dado varias, bastantes, muchas cabezadas. Es horroroso, ese rato en el que no puedes dormirte pero no puedes evitarlo y sabes que alguien te está mirando pero no hay manera. Pues ésos eramos él y yo, yo le miraba y él se dormía, yo dudaba si le despertaba para que le hiciera bien la terapia a Felipón o le dejaba dormir, recordando mis tardes de Master, hace años;él sufría y miraba con cara de intelectual a su alrededor cuando era capaz de abrir los ojos... al final le ha despertado Chan cuando ha entrado a revisar la cabeza de Felipón.

Felipón se ha portado increíble, hoy la terapia ha durado dos horas y media, con dos máquinas sobre su cabeza y varios toques y ajustes. Uno de ellos le ha molestado y se echado a llorar. Sé que no duelen pero no sé si ha notado algo dentro de su cabeza, después no quería que le tocaran más así que después de hablar un poco con él explicándole que es normal que note cosas porque le están poniendo en orden todo para que en nada pueda andar, le he puesto Peppa Pig. Ella ha sido más convincente que yo.

Chan cada día está más convencido de que Felipón está a punto de andar. Le he pedido si puede,que arregle el dedo torcido de Felipón,le impide hacer la pinza con su mano izquierda ,y que ajuste los dedos de su mano derecha porque andan también un poco despistados, consecuencia de su lesión en el cerebelo.

Hoy le he dicho a Chan que soy consciente como madre de que estos niños no vienen por casualidad a nuestras vidas y que yo soy la primera que tengo que sanar muchas cosas, y no me refería al plano físico. Me ha mirado sorprendido y ha asentido con la cabeza. Sin saber su opinión, le he contado que había escrito un libro con mi experiencia como madre y de lo convencida que estoy de que estos niños vienen a despertarnos. Se lo debemos y no está bien que les exijamos todo a ellos y que nosotras creamos que estamos como rosas... Roberta ayer me dijo que ella mostraba ese camino a las madres cuando llegan a su consulta con los hijos... muchas no le creen, otras no lo quieren ni escuchar y otras se lo plantean o ya lo saben. Yo soy de este último grupo y así se lo he dicho a Chan para que por favor no crea que con la sesión de espalda que me hizo el otro día se ha terminado su trabajo conmigo. Por lo visto Roberta y él mantuvieron esta misma conversación hace un mes cuando vino aquí, y ella le dijo que se lo dijera a las madres, que les ahorraría parte del camino y del sufrimiento, pero él dijo que su deber es sanar a los niños y que no quería entrar a tener esas conversaciones con las madres. Roberta sin embargo hace ambas cosas. Las dos posturas son respetables. Cuando he aprendido reflexologia podal, metamórfico, terapias esenias, Reiki...una de las primeras cosas que te enseñan es a no dejar que tu ego quiera hablar demasiado y mostrar tus conocimientos al paciente, aunque éste pregunte. Viene a sanarse pero no a saber, la mayoría de las veces no está preparado para tanta información, para volver con deberes a casa. Además, como terapeuta, también te puedes equivocar. Cuando haces una terapia muchas veces sobran las palabras, lo bonito es ser canal, dejar que el universo y la vida hagan todo el trabajo por ti.

Por eso, llegado a este punto, creo que solo puedo deciros lo importante que es aprender a ser humildes,aunque seguro que ya lo sabéis. Como madres, no creer que nuestros hijos son sólo los que necesitan ayuda, muchas veces somos nosotras las que debemos pedirla o dárnosla a nosotras mismas, simplemente escuchándonos. Como terapeutas que somos de nuestros hijos, lo mismo. Muchas veces somos instrumentos de la vida y esta nos va llevando así que debemos dejarnos llevar y soltar el control.

Hablando de humildad, en lo que respecta a mi madre he llegado a una conclusión. A las madres hay que quererlas y ellas nos deben querer, sin más. Si aplicando todo lo que sabemos de teoría no se consiguen eliminar todos los roces,si aplicando todo lo que me ha funcionado en otros aspectos de mi vida,no desaparecen de la misma manera con ella, es porque seguimos aprendiendo, porque nuestra madre está dentro de nosotras y nosotras somos ella. Eso es lo bonito de un amor entre madres e hijos,su incondicionalidad,que a pesar de todo,sigues ahí,con el corazón en un puño,atenta,despierta,llena y vacía,bien y mal,enamorada y harta, la echas de menos antes de que se vaya,enfadada,triste tras el enfado,agradecida en el reencuentro... Risas. Querer y creer que sabes más que ella. Ver que ella está gual que tú. Emociones tan humanas que te hacen tocar tierra despues de hablar de angeles y morancos,de flexibilidad,de respirar y meditar... Las madres nos hacen pisar la tierra y a la vez tocar el cielo... Mi conclusión,que me quedo con eso y no le doy mas vueltas. Entrega. Todo esto después de saber y estar feliz porque está vez sólo hemos discutido una vez ... o dos. Un diez a ambas en el concurso de flexibilidad,Iñaki.

Gracias mamá por estos dias,por venir sin preguntar,por ser tan buena abuela y por quererme tanto. Pero es que tú eres única. No sabes vivir sin más, simplificas lo imposible y complicas lo más simple. Te admiro por tu alegría,tu ilusión... porque  como dije hace días,lo que nos separa, nos une. Ademas, me encanta que ya no te desespera que no me interese la política.

Es la vida,una madre y una hija tienen una relación que nadie nunca puede juzgar, como decía un vídeo que me mandó Griselle hace unos días, está siempre en los límites. La suerte que tengo yo es que después de muchos años,trabajamos por estar mejor cada día en nuestra vida. Y para mi, eso es un ejemplo a seguir.

Por cierto, echo de menos la alimentación sana, legumbres, cereales enteros, más verdura, y más pescado. Solo he conseguido dar a Pia una papilla de fruta hecha por mi, siempre pilla la merienda fuera del hotel, así que se las doy de bote, orgánicas eso sí. Sé que es perfecto y necesario así así que no me agobio, pero desde aquí digo que para mí la alimentación mediterránea es la mejor del mundo entero. Donde estén unas buenas coquinas como las que se comió Irene ayer, una tortilla de patata, un pescadito...

Hablábamos mi madre y yo hoy que aquí el tiempo pasa más despacio. El calor lo detiene. Te cansas mas. Ya empezamos a necesitar aire libre, ver de nuevo el mar azul y el aire limpio y fresco francés, nuestra casa... y a nuestros amigos allí,a Paola,Carolina,Emma,María,Muriel,Alicia,Magalie... a sus hijos y maridos, a nuestro perro Mimo... en nada conoceremos a Rosalía,una aupair que viene desde México a pasar una temporada con nosotros... Te esperamos con mucha ilusión en esta nueva etapa.

Pero seguimos disfrutando del viaje.



Muchos besos

Comentarios

  1. Me ha encantado tu post Rocio! Especialmente tus comentarios sobre la relación madre hija. Os mandamos besos y animo con todo

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  2. Rocío! Eres toda una inspiración... y no dudo que Felipón va a caminar cuando le llegue el momento, quizá camino de la consulta de Chan o quizá ya de vuelta en Francia! Bravo por todo su trabajo y su paciencia con las terapias!

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