¡Hola a todos!
¿Os acordais que hablaba el otro día de cómo está siendo para mi de necesaria mi propia sanación (de mis bloqueos emocionales) para que la evolución de de mi hijo vaya tan rápido (teniendo en cuenta la gravedad de sus lesiones, y que no le estamos haciendo mil terapias, sino que estamos dejando que tenga una vida normal de cole, un par de terapias a la semana en el hospital público de donde vivimos, y juegos)?
Hablaba también de que los hijos nos muestran donde estamos, en nuestro caso, mi hijo no se terminaba de soltar de mi mano para andar. Objetivamente tiene un quiste que le presiona partes del cerebro encargadas del equilibrio. Pero según mis últimas sensaciones, confirmadas con conversaciones con personas, muy preparadas en diferentes campos, que van llegando a mi vida, que el quiste se deshaga, se haga más pequeño o no repercuta tanto en sus movimientos, al final da igual que da lo mismo, es mucho más probable si yo rompo con pensamientos, comportamientos o acciones que se vienen repitiendo en el tiempo. Por herencia familiar, o por propio aprendizaje, sin más.
Hace diez días, casi después de escribir el último post, trabajé con Roberta e integré en mi algo muy importante. Y lo trabajé con la intención puesta en que mi hijo se soltara de la mano.
Pues bien. Dos días después, Felipón, os muestro el vídeo, da sus primeros pasos solo. Y pierde sus miedos y precauciones de días anteriores bajando además, más de veinte veces, por una cuesta bien grande con su coche rojo.
Nadie tiene la clave de lo que pasa, yo menos aún, sólo lanzo cosas que nos van pasando, por si ayuda a ver las cosas desde un punto de vista más completo. Desde que nació, comparto mis sensaciones por la certeza con la que vienen, y os aseguro que a la vez que se liberan bloqueos en mi ocurren en él muchas cosas.
Yo camino, él camina. Yo camino sola, él camina sólo. Y os hablo así porque todos tenemos cosas en las que trabajar, esto para mi, esta Vida, no es más que una Escuela a la que venimos a aprender, si no, ya no estaríamos. Y ese aprendizaje se puede hacer de manera consciente, o sin rumbo.
Dicen que nos hacemos conscientes de las cosas cuando estamos preparados para ello. Cada persona tiene sus propias herramientas. En mi caso es vivir, sentir, integrar. Así me ha venido dirigiendo mi hijo, no sé de qué manera ni cómo... y después llega la información que lo corrobora. A otras personas les pasa al revés, primero la información, a través de libros.... Y después, conscientes, lo integran. Todo está bien. El caso es despertar, como también dicen. Y sobre todo, hacernos consientes para que todo vaya más rápido.
Esta semana he estado en Madrid, cada minuto ha sido increíble, por todo. Pude estar con mi padre, con mi madre, con quien he convivido en paz y armonía, empezando a aceptarnos como somos, y sobre todo, empezando una relación en la que cada una ocupa el lugar que le pertenece. A todos:
- Durante el taller, por trabajar tantas madres y mujeres juntas todo el fin de semana. Hablamos, soltamos, profundizamos en temas, en las emociones, en la importancia de escuchar a nuestro cuerpo, en que tenemos un cuerpo físico, que es el que vemos, pero también un cuerpo emocional y un cuerpo espiritual. Lo hemos vivido y hemos hecho prácticas que han servido para que todas las madres presentes lo vieran con sus propios ojos y así pudieran comprender la necesidad de sanarse para estar mejor, pero también la importancia de tratar a sus hijos como almas en un cuerpo, más o menos sano, y no como cuerpos o mentes enfermos/dañados, esto es, como problemas. Nuestros hijos perciben no lo que decimos sino desde y cómo lo decimos. Ellos más que ninguno, debido a sus dificultades para ver, oír, hablar, andar... han desarrollado otros sentidos. Ellos escuchan desde su cuerpo emocional y espiritual a nuestros respectivos cuerpos emocionales y espirituales. Y por ello debemos interiorizar que saben lo que pensamos. No para sentirnos culpables, porque podemos llorar abiertamente, sino para saber que debemos hablar con ellos, saber que nos comprenden y que incluso van más allá, que recuerdan y saben por qué están aquí. Y si no, que se lo pregunten a Conchi. Su hijo Javier le cuenta a través de un tablero adaptado cómo quiere que sea su propio trabajo para ponerse bien. Es un alma conectada con la Conciencia Universal, y accede a información que después pasa a su madre. ¿O no, Conchi? Ahora que ella empieza a darse cuenta de ello, él avanzará mucho más rápido, eso seguro.
Hablamos durante el taller también con mi amigo Álvaro Galán, sobre cómo las personas con discapacidad son el cubo de basura de muchas madres. Y de la sociedad. De sus emociones, de sus pensamientos negativos, por considerarles un problema, porque no es sólo importante, repito, lo que se dice, sino lo que se piensa. Si cambiamos nuestro planteamiento y lo vemos, comprendemos, que estos niños vienen a sanarnos y a enseñarnos, ellos se quitarán un gran peso de encima y las madres podremos cambiar la sociedad, subir el nivel de conciencia/vibración del planeta con nuestro propio trabajo.
Hablamos también con Maria Tomatis, sobre la importancia de preguntarnos el PARA QUÉ de las cosas, y no el por qué, que no nos lleva más a que a ver las situaciones como injustas. Para qué, siempre tiene un fin. Por qué, nos limita, nos bloquea, y la mente nunca nos deja salir de la espiral. Conectarnos con nosotras, con nuestro corazón, con nuestra esencia, con nuestra alma, nos sacará de esas espirales de la mente y nos dirá PARA QUÉ.
Y Marina nos apuntó algo importante, si creemos que no podemos hacer nada para cambiar una situación, pensemos en lo que SÍ podemos hacer con lo que tenemos. Siempre hay algo. Por ejemplo, si necesitamos descansar y por las noches es imposible porque nuestro hijo tiene epilepsia, no sabemos con quien dejarle, etc etc, descansemos por el día mientras está en el colegio, o se lo dejamos a nuestra madre, vecina, un rato.
Y yo añado, esto es como la Pirámide de Maslow. Para llegar a comprender y evolucionar espiritualmente, poner una intención a las cosas, o saber qué debemos hacer, debemos estar antes descansadas, comer bien, y estar en actitud relajada. No bloquearnos ni sentirnos mal por estar cansadas y no ser la mujer perfecta. Aterricemos en nosotras y dejemos de querer ocupar un rol por los demás que no es el verdadero.
Lo he vivido y experimentado, cada cosa que digo.
Gracias a todas y cada una de vosotras, a Blanca, a Cris, a María, a Pilar, a Sofía, a Diana, a Rosa, a Aroa, a Conchi, a Isabel, a Mencia, y a Yolanda... y a las que no pudisteis estar. Sé que somos ya un equipo. A todas las madres de nuestro chat.
- Por ver de nuevo a Philippe y Elena, aunque fuera un ratito.
- A quienes me permitisteis trabajar tanto estos días a través de LNT, tan bonita y sanadora.
- Por el éxito de la convocatoria que tuvo la charla de Roberta, por estar a su lado estos días y aprender tanto, por ver lo contentos que salíais todos aquellos que me distéis un voto de confianza y os lanzásteis a hacer su terapia. Maravillosa, sorprendente, mágica. Es tan importante ser conscientes del espacio que ocupa nuestro árbol genealógico en nosotros, para limpiar, y que nuestra alma así pueda vivir en cada rincón de nuestro cuerpo ;).
A María Talavera, por abrirnos a las dos las puertas de su casa y tener una comida tan energética.
A Gonzalo Rodríguez-Fraile, siempre.
A mis amigas del alma, Irene, Ana, sin vosotras no hubiera podido hacer nada, fuisteis mis manos y mi corazón con Pía, a Paula, Jimena, Chabela... que dejasteis que os tratara. Por fin visteis que no estoy loca jajaja. A Hussito. A Ana Urien, mi hermana-gemela en Francia, que me siguió hasta Madrid y vuelta, gracias por dejarme compartir tu despertar, o más bien, tu recordar...! A Maribel y Teresa, por cuidar tanto y tan bien de mis hijos en mi ausencia.
A mis hijos, por esperarme con tanto amor.
A mi marido.
¿Os acordais que hablaba el otro día de cómo está siendo para mi de necesaria mi propia sanación (de mis bloqueos emocionales) para que la evolución de de mi hijo vaya tan rápido (teniendo en cuenta la gravedad de sus lesiones, y que no le estamos haciendo mil terapias, sino que estamos dejando que tenga una vida normal de cole, un par de terapias a la semana en el hospital público de donde vivimos, y juegos)?
Hablaba también de que los hijos nos muestran donde estamos, en nuestro caso, mi hijo no se terminaba de soltar de mi mano para andar. Objetivamente tiene un quiste que le presiona partes del cerebro encargadas del equilibrio. Pero según mis últimas sensaciones, confirmadas con conversaciones con personas, muy preparadas en diferentes campos, que van llegando a mi vida, que el quiste se deshaga, se haga más pequeño o no repercuta tanto en sus movimientos, al final da igual que da lo mismo, es mucho más probable si yo rompo con pensamientos, comportamientos o acciones que se vienen repitiendo en el tiempo. Por herencia familiar, o por propio aprendizaje, sin más.
Hace diez días, casi después de escribir el último post, trabajé con Roberta e integré en mi algo muy importante. Y lo trabajé con la intención puesta en que mi hijo se soltara de la mano.
Pues bien. Dos días después, Felipón, os muestro el vídeo, da sus primeros pasos solo. Y pierde sus miedos y precauciones de días anteriores bajando además, más de veinte veces, por una cuesta bien grande con su coche rojo.
Yo camino, él camina. Yo camino sola, él camina sólo. Y os hablo así porque todos tenemos cosas en las que trabajar, esto para mi, esta Vida, no es más que una Escuela a la que venimos a aprender, si no, ya no estaríamos. Y ese aprendizaje se puede hacer de manera consciente, o sin rumbo.
Dicen que nos hacemos conscientes de las cosas cuando estamos preparados para ello. Cada persona tiene sus propias herramientas. En mi caso es vivir, sentir, integrar. Así me ha venido dirigiendo mi hijo, no sé de qué manera ni cómo... y después llega la información que lo corrobora. A otras personas les pasa al revés, primero la información, a través de libros.... Y después, conscientes, lo integran. Todo está bien. El caso es despertar, como también dicen. Y sobre todo, hacernos consientes para que todo vaya más rápido.
Esta semana he estado en Madrid, cada minuto ha sido increíble, por todo. Pude estar con mi padre, con mi madre, con quien he convivido en paz y armonía, empezando a aceptarnos como somos, y sobre todo, empezando una relación en la que cada una ocupa el lugar que le pertenece. A todos:
- Durante el taller, por trabajar tantas madres y mujeres juntas todo el fin de semana. Hablamos, soltamos, profundizamos en temas, en las emociones, en la importancia de escuchar a nuestro cuerpo, en que tenemos un cuerpo físico, que es el que vemos, pero también un cuerpo emocional y un cuerpo espiritual. Lo hemos vivido y hemos hecho prácticas que han servido para que todas las madres presentes lo vieran con sus propios ojos y así pudieran comprender la necesidad de sanarse para estar mejor, pero también la importancia de tratar a sus hijos como almas en un cuerpo, más o menos sano, y no como cuerpos o mentes enfermos/dañados, esto es, como problemas. Nuestros hijos perciben no lo que decimos sino desde y cómo lo decimos. Ellos más que ninguno, debido a sus dificultades para ver, oír, hablar, andar... han desarrollado otros sentidos. Ellos escuchan desde su cuerpo emocional y espiritual a nuestros respectivos cuerpos emocionales y espirituales. Y por ello debemos interiorizar que saben lo que pensamos. No para sentirnos culpables, porque podemos llorar abiertamente, sino para saber que debemos hablar con ellos, saber que nos comprenden y que incluso van más allá, que recuerdan y saben por qué están aquí. Y si no, que se lo pregunten a Conchi. Su hijo Javier le cuenta a través de un tablero adaptado cómo quiere que sea su propio trabajo para ponerse bien. Es un alma conectada con la Conciencia Universal, y accede a información que después pasa a su madre. ¿O no, Conchi? Ahora que ella empieza a darse cuenta de ello, él avanzará mucho más rápido, eso seguro.
Hablamos durante el taller también con mi amigo Álvaro Galán, sobre cómo las personas con discapacidad son el cubo de basura de muchas madres. Y de la sociedad. De sus emociones, de sus pensamientos negativos, por considerarles un problema, porque no es sólo importante, repito, lo que se dice, sino lo que se piensa. Si cambiamos nuestro planteamiento y lo vemos, comprendemos, que estos niños vienen a sanarnos y a enseñarnos, ellos se quitarán un gran peso de encima y las madres podremos cambiar la sociedad, subir el nivel de conciencia/vibración del planeta con nuestro propio trabajo.
Hablamos también con Maria Tomatis, sobre la importancia de preguntarnos el PARA QUÉ de las cosas, y no el por qué, que no nos lleva más a que a ver las situaciones como injustas. Para qué, siempre tiene un fin. Por qué, nos limita, nos bloquea, y la mente nunca nos deja salir de la espiral. Conectarnos con nosotras, con nuestro corazón, con nuestra esencia, con nuestra alma, nos sacará de esas espirales de la mente y nos dirá PARA QUÉ.
Y Marina nos apuntó algo importante, si creemos que no podemos hacer nada para cambiar una situación, pensemos en lo que SÍ podemos hacer con lo que tenemos. Siempre hay algo. Por ejemplo, si necesitamos descansar y por las noches es imposible porque nuestro hijo tiene epilepsia, no sabemos con quien dejarle, etc etc, descansemos por el día mientras está en el colegio, o se lo dejamos a nuestra madre, vecina, un rato.
Y yo añado, esto es como la Pirámide de Maslow. Para llegar a comprender y evolucionar espiritualmente, poner una intención a las cosas, o saber qué debemos hacer, debemos estar antes descansadas, comer bien, y estar en actitud relajada. No bloquearnos ni sentirnos mal por estar cansadas y no ser la mujer perfecta. Aterricemos en nosotras y dejemos de querer ocupar un rol por los demás que no es el verdadero.
Lo he vivido y experimentado, cada cosa que digo.
Gracias a todas y cada una de vosotras, a Blanca, a Cris, a María, a Pilar, a Sofía, a Diana, a Rosa, a Aroa, a Conchi, a Isabel, a Mencia, y a Yolanda... y a las que no pudisteis estar. Sé que somos ya un equipo. A todas las madres de nuestro chat.
- Por ver de nuevo a Philippe y Elena, aunque fuera un ratito.
- A quienes me permitisteis trabajar tanto estos días a través de LNT, tan bonita y sanadora.
- Por el éxito de la convocatoria que tuvo la charla de Roberta, por estar a su lado estos días y aprender tanto, por ver lo contentos que salíais todos aquellos que me distéis un voto de confianza y os lanzásteis a hacer su terapia. Maravillosa, sorprendente, mágica. Es tan importante ser conscientes del espacio que ocupa nuestro árbol genealógico en nosotros, para limpiar, y que nuestra alma así pueda vivir en cada rincón de nuestro cuerpo ;).
A Gonzalo Rodríguez-Fraile, siempre.
A mis amigas del alma, Irene, Ana, sin vosotras no hubiera podido hacer nada, fuisteis mis manos y mi corazón con Pía, a Paula, Jimena, Chabela... que dejasteis que os tratara. Por fin visteis que no estoy loca jajaja. A Hussito. A Ana Urien, mi hermana-gemela en Francia, que me siguió hasta Madrid y vuelta, gracias por dejarme compartir tu despertar, o más bien, tu recordar...! A Maribel y Teresa, por cuidar tanto y tan bien de mis hijos en mi ausencia.
A mis hijos, por esperarme con tanto amor.
A mi marido.
Besos!!!!
Comentarios
Publicar un comentario