Bocetos en el aire

Hola a todos, 

Me encuentro, nos encontramos en esta casa, en una época de transición. Y es mejor vivirla con consciencia. 

Todo es mejor hacerlo con consciencia salvo las cosas que requieren inconsciencia. Lo que supondría vivirlo entonces con consciencia también para disfrutar en plenitud de cómo la locura cobra sentido y no es tan lejana ni es más de otros que tuya. 

Hay ventanas abiertas pero ninguna puerta. Puedo decidir saltar por ellas, ya hemos bajado del quinto piso a la planta baja, o mirar el paisaje y su perspectiva, que para eso he practicado estos años desde que vino el crack de mi hijo a enseñarme. Quiso contarme que no me resistiera y dejé de hacerlo. De resistirme a todo por defecto. 

Me entran ganas de hacer y sin embargo sé que lo sabio es no hacer hasta que escuche que se abre cualquiera de las muchas puertas que la vida sabe dibujar sin orden ni concierto en cualquier esquina inesperada. Me da igual si lo hace de golpe y me sobresalto o despacio y giro la cabeza. Estoy atenta y pido estarlo hasta que me muera. Expectante. Ilusionada. Curiosa. Viva. Plena. Vacía. Y llena.
Doy vueltas de vez en cuando al espacio y me siento a escribir, a pensar, a planear, a tocar pies y acariciar manos, a poner lavadoras y ordenar juguetes repartidos para no tropezar. Dibujo en el aire bocetos de puertas por si alguna encaja con la mía, con pinceles regordetes para llenarlas de color y otros más finos para ser sutil en el trazo. Tengo de todos, me he preparado bien.

¿Cómo estáis?

¿Qué os gusta? y sobre todo, ¿lo hacéis?

Hablo mucho siempre de mi, de nosotros, y no os pregunto a vosotros. No siempre puedo y prefiero darme a quien puedo porque no puedo darme más sin perder el foco que recuperé hace relativamente poco. Me gustaría escucharos y que me contéis. Porque aprendo a escuchar cada día un poquito más, así que si queréis y podéis dejar vuestro comentario aquí abajo, me encantará conocerte y leerte. 

Escribo mi segundo libro, parece que tengo más tiempo desde que los niños van al colegio. Nos confinaron, nos desconfinaron, y nos dieron vacaciones de esta Semana Santa rara. Parece que ya hasta verano tendré unas horas para escribir, para estudiar de día y dormir de noche, para andar y estirar las piernas sin cargar con un niño encima bien alimentado y para hacer algún recado más aunque sea menos importante.

He decidido escribir ese libro sin pensar nada y sale todo raro. Pero me río sola porque tiene sentido lo raro. Y me vienen imágenes que rellenan las líneas y vacían las horas así que las sigo y tejo lo que parece ser un argumento, mezcla de fantasía y realidad. Mi vida misma.

Siento que soy más yo que nunca, busqué desde pequeña la consecuencia y creo que la encontré llegando al origen. La vida me da sin embargo más y más origen para que siga habiendo sentido común en mis actos sin miedo a soltar y seguir recogiéndome. Encuentro más sentido cada día en el sinsentido y no lo encuentro en el sentido que se le da a la Vida sin ser tú para creer encontrar el que limitamos estúpidamente. 

Más cerca de la libertad de pensamiento que antes, trato de cuidar también la libertad de palabra con el fin de no atravesar muros que protegen las necesidades de otros a los que quiero. Esto último me sale menos veces de las que quisiera.

Proyectos sola, proyectos acompañada. Proyectos. Mi realidad, el día a día que tanto me nutre y me identifica. Busco divertida, tratando de no proyectar más allá de los proyectos, que en algún segundo, de pronto, me proyecten hacia donde me gustaría.  

Así viajo. ¿Tú? 

Sin salir de casa. 

Aspirar a otra cosa en estos tiempos es difícil ya sabes. Y hacerlo en casa, toda una oportunidad.  

Un beso a todos

P.D. : He dejado blanco el diseño del blog. Es momento de simplificar todo para hacer hueco. El paisaje, la carretera de antes, ya no me define. 

P.D.: Si conocéis a alguien por el Algarve decidle que venga a verme...  www.reflexologyandmoreinvilamoura.com