Familias y Chan en Madrid... Porque ahora más que nunca, confío




Gracias Isabel, madre de Juanjo, por este REGALO. Por fin tengo fotos con mi familia.

Hola a todos ! He estado mucho tiempo sin escribir, no por falta cosas de contar sino por necesidad mía de estar en silencio. Y me he respetado los tiempos.

Han sido días de recogimiento pero también de no parar, días en los que he vivido entre otras aventuras una nevada atravesando Francia que me ha hecho pasar en el coche cuatro días, con mis hijos, y con Maribel, la aupair, que a estas alturas con nosotros ya se ha licenciado de la Vida, además de en francés.

Mis maestros particulares, aquellos que me guían por la mía, se divierten poniendo a prueba mi flexibilidad y capacidad de adaptación a situaciones límite. Volcó a las cinco de la tarde un camión a la altura de Narbone, plena ola de frío en Europa, nada comparado con la ola de improperios que me imagino le pasaron a mi marido cuando le dije que cogía el coche para llegar a Madrid a pesar de decirme que no lo hiciera. Su flexibilidad también está a prueba conmigo, lo reconozco.




Dormimos los cinco, Candela, Felipón, Pía, Maribel y yo, junto con Mimo y las maletas, en el coche. En total, veinte horas sin movernos de una infinita cola de coches de más de cien kilómetros. La siguiente noche en el puesto de la Cruz Roja al que evacuaron a niños, ancianos y viajeros suertudos que por su propio pie habían conseguido llegar hasta allí. Cenamos, desayunamos y comimos ensalada con pimientos y atún y leche con chocolate. Escuchamos y bailamos al ritmo de un acordeón y un cajón flamenco que otros compañeros de viaje sacaron, y compartimos con ellos frutas casi de contrabando que nos supieron a Gloria. Dormimos en camas de campaña bajo un escenario y sobre todo, vivimos la solidaridad de camioneros y gente buena que se vuelca cuando lo necesitas.

Anoche volví de nuevo de Madrid después de estar dos semanas con madres y padres, con sus niños y con los míos. El Profesor Chan y su equipo han estado en España. Chan vino tres días, a hablar y contarnos, a evaluar a los niños y a contarnos que todo es posible en un cerebro y un cráneo cuando se trabaja con ellos en diferentes niveles, no sólo en el físico sino también energético, con lo que vemos y tocamos, y con lo que no. Fusiona su avanzada tecnología, infinitos conocimientos de terapia craneo sacral, un increíble dominio de la energía y algo de magia que para mí, tiene este hombre. Él no se quedó, no tocó cabezas esta vez. Aunque ojalá lo haga pronto. Dejó a su equipo con más de treinta niños, y nos enseñaron a los padres a trabajar como lo hacen ellos. Bueno, un comienzo. Fue una apuesta valiente para todos, terapeutas y alumnos. Les ayudé a organizar, pero no sabía cómo iban a enfocar su viaje hasta que llegaron. Muchos niños, poco tiempo y mucha distancia cuando volvieran a Hong Kong. 

Cuando fuimos en julio a Hong Kong nosotros, como expedicionarios, Chan tocó la cabeza de mi hijo, no más de un par de minutos por día que para él son suficientes. El resto del tiempo dejó aplicando sobre su cabeza sus máquinas a Fong, a Regina o a cualquiera de sus ayudantes. Insiste en que su tecnología es su inversión de vida y una carrera a contrarreloj para cuando él falte. En aquel momento, en julio, sentí que no me enseñaran a mi para poder aplicar su terapia a Felipón en casa. A las siguientes madres que fueron a China, sí las enseñaron más que a mi pues Chan se dio cuenta de que lo mejor era formar a los padres, como lo hace allí con las familias chinas.

Así que para mi ha sido un privilegio aprender a aplicar sus máquinas y el para qué o cómo se aplican. He visto cambios en estos quince días. Felipón anda más estable y habla más y mejor. Detox, estructuras, suturas y trabajo para crear células y conexiones nuevas. Meridianos, craneo, cerebelo, charkras. Son palabras que intercambiamos en el chat de madres creado para poder compartir y aprender unas de otras, pero también con la esperanza de que en poco tiempo todos veamos cambios en nuestros niños, niños muchos que de otra manera no lo tendrían nada fácil. Sonrisas, apertura, alegría, ilusión... preocupación, miedos, dudas, confusión... muchas emociones y sensaciones ante algo nuevo y desconocido. Carne de gallina constante en mi piel con miles de detalles. Agradecimiento por poder compartir y poner cara a quienes hablamos sin vernos desde hace meses.

Una cosa es que yo diga siempre que la discapacidad es un regalo, no en sí, sino por lo que nos enseña a padres e hijos, y a todas las personas que nos acercamos a ella, y otra bien diferente es que no sea consciente de que debemos poner todo de nuestra parte para sanar esas lesiones cerebrales, o del tipo que sean. Siempre creo, eso sí, y esto mismo le digo a Chan, que no sólo es importante trabajar en los niños, sino también en nosotros, los padres. Porque nadie está libre de avanzar, de trabajar en bloqueos, físicos, emocionales y más allá. Ambas partes en sincronía hará que todo vaya más rápido y desde luego, mejor. Más libres, más conscientes, más felices y más en paz pues así dejaremos de asumir roles que no nos corresponden, de perder energía en aquello que no es nuestro para invertirla en lo que sí lo es, y asumir así la responsabilidad de nuestra propia vida. 

Chan desde luego es una oportunidad para ello. Su sabiduría, su amor por los niños y su conexión con Cielo y Tierra hace que le encuentre el mejor aliado que las familias podemos tener. No sólo él, junto a Chan necesitamos a terapeutas, colegios, amigos... pero Chan puede darnos a todos, si vuelve a España tan a menudo como tiene previsto, muchas, muchas, herramientas. Creo que han sido más niños aparte del mío, aunque sutiles igual que en el mío, que ya están sufriendo los primeros cambios, de estructura y de comportamiento. Aún así, y siempre digo, nadie tiene la varita mágica. Sé que muchas madres están esperando la solución al "problema", y por eso prefiero no asegurar nada, siempre hablo desde la experiencia en estos años, con Doman, Feldenkrais, Tomatis... Lo que a mi me funciona puede no funcionarte a ti y al revés. Trato de hablar desde la madre que soy, no recomiendo terapias si no es con el mensaje de que trabajes también en ti, por lo que pueda pasar, y porque así no hacemos responsables a nuestros hijos de nuestra felicidad o bienestar.


El cerebro es pura plasticidad y nadie lo domina ni sabe por donde va a salir. Casos complicados que se hacen sencillos cuando se da con la tecla, y casos en cambio aparentemente sencillos que no lo son. Está en manos de Dios imagino la decisión final, suya y de aquello que nuestra alma acordó con él, si es que esto fue así alguna vez. Nada ni nadie es garantía de nada. Y tampoco la garantía científica que a veces parece infalible. Así, ahora solo nos toca trabajar y trabajar, como en todo. Y disfrutar, como siempre digo, porque ahora más que nunca somos equipo. Cada vez más grande, unido y fuerte.

Comparto con quien quiera de vosotros las charlas que Chan dio el primer día y que tan generosamente grabó Carmen Maturana, a petición de a Elena, una de las mayores defensoras de Chan tras haber viajado a Hong Kong estas Navidades con su hijo Iñigo. Pedídmelo por email o watsap.

Gracias a todas las madres y padres que habéis hecho posible esto: Pilar, por tu traducción, por vuestra generosidad desde el primer momento, Eva, por la tuya, Blanca, Elena, Isabel, Cristina, Carmen, Chabela, Conchi, Diana, Yeli, Maite, Belén, Rocío, Ana (¡feliz con verte sonreír y saber que has pasado tantos días fuera de casa ;)... A todas y cada una, por las camillas, las sillas, por vuestro estar, por los apuntes, por vuestra apertura y confianza... y sobre todo a vuestros niños; a Alba, amiga de alma y traductora de las familias que lo necesitaban. A Isthar Luna Sol, mis editores, mis amigos, por su proyector y su generoso apoyo... A Chan, a Doris, su mujer, y a su equipo: Malcolm, Regina y Fong. No es fácil entenderse cuando se trata de culturas tan diferentes, pero todo ha sido posible gracias a un objetivo común: ayudar a los niños.  

Trabajamos ya para su segunda visita en junio... Será de nuevo un curso de formación, para que sigamos aprendiendo, aquellos padres que no pudieron estar en esta ocasión, y los que sí, para que vean a nuestros niños y actualicemos programa. Ojalá venga Chan también y le podamos ver trabajar.



Sabéis que estoy aquí para cualquier duda y para compartir novedades.

Un beso enorme a todos.... Y hasta pronto

Rocío


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