Es curioso cómo damos importancia
a las cosas que pasan fuera o lejos y no solemos pararnos a pensar más de unos
segundos, el tiempo que te ocupa esa misma curiosidad, en las dificultades que
otras personas viven en su día a día. Porque esa empatía nos permitiría
justificar malos modos, no sonrisas, miradas tristes, actitudes pesarosas… en los
demás. Nos gusta ver caras bonitas y nos hemos acostumbrado a dejar poco
espacio a la escucha.
Cuando tienes dudas o la
necesidad de saber, no hay tiempo para que te informen. Se da por hecho que
sabemos o que tenemos los recursos para saber. Pues no siempre es así.
En el caso de las familias que
tenemos hijos con discapacidad, nos encontramos a menudo en situaciones en
bucle que nos llevan al límite. Aceptamos que llamar y llamar de un lado a otro
sea lo normal, que los teléfonos comuniquen sin descanso, que no nos respondan
en semanas a nuestros correos electrónicos, que nos quiten cada vez más vías de
contacto por falta de recursos o de prioridades y que no nos den explicaciones.
Las familias entonces nos
desesperamos y lo dejamos, para seguir con otros quehaceres, o nos dejamos la
vida en ello dejando de lado esos otros quehaceres. Y todo pasa por restar
tiempo, de calidad, a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros padres, a
nuestros amigos, empleados y compañeros de trabajo, pero sobre todo a nosotros
mismos.
También están aquellas
maravillosas personas que, por el contrario, dan la vida por ti y remueven Roma
con Santiago para darte soluciones. A esas personas habría que ponerlas en un
altar por hacer tan bien su trabajo, por sonreír y ser amables, por tocarte el
hombro y hacerte sentir en casa.
La Fundación Bertín Osborne
quiere convertirse en buscadora de tesoros, de personas y entidades amables que
ayudan a las familias.
Por todos estos años de
experiencia, trabajando con las familias y aportándoles apoyo psicológico desde
nuestro equipo, queremos ayudarlas como mejor sabemos, ofreciendo información y
formación. Pero no a toda costa. Porque eso tiene un coste y queremos que las
familias tengan las cosas más “fáciles” en su día a día.
Queremos escuchar sus
necesidades, sin prisa, queremos que esos padres, madres, hermanos o abuelos,
se sepan siempre informados para que puedan tomar decisiones importantes, o sin
importancia, y no sentirse solos nunca más.
El estrés, la incertidumbre o la
ansiedad se reducen drásticamente si nos sentimos informados y acompañados. Una
familia que se encuentra bien, en paz y contenta, descansada y centrada, es
capaz de aplicar el sentido común y no depender tanto de los demás.
- 1. Ser esa fuente que recoja recursos de distinto tipo y los ordene hasta cubrir las necesidades que pueden ir surgiendo a lo largo del ciclo de vida de la persona con discapacidad y de su familia.
- 2. Servir de plataforma que de visibilidad a todas
las entidades y profesionales “amables” que ayudan a diario a las personas con
discapacidad y a sus familias.
La Fundación Bertín Osborne
trabaja para alcanzar sus objetivos poco a poco. Lo bueno se cocina lento, sólo
así +Family podrá tocar el corazón de muchas personas y no convertirse en una
solución más, institucional, condicionada. Pediremos opiniones, críticas y
soluciones de quienes de verdad lo necesitan para incluirlas y hacer de +Family
un servicio vivo y práctico, que bucee profundo y haga fácil lo difícil.
+Family desea consolidarse como un
servicio de apoyo y asesoramiento integral y gratuito para familias que tienen
personas con discapacidad.
¿Cómo prestará la Fundación
Bertín Osborne ese servicio? Mediante tres vías:
1. 1. Un App móvil disponible a mediados de abril. Es la única manera de llegar a todas las familias que lo necesitan, estén donde estén. Hemos dividido, a su vez, la App en tres secciones:
a) Información: Responde a dudas en materia legal, social (trámites, subvenciones, ayudas…), psicológica y médica con contenidos elaborados y actualizados por profesionales cualificados en cada área.
b) Formación: Ofrece cursos online con herramientas para las familias, más allá de la discapacidad, con el fin de que se empoderen y retomen sus vidas en la medida posible, para que se sientan mejor y puedan convertir las dificultades en oportunidades de crecimiento personal y aprendizaje. Personas, que se han convertido en referentes en diferentes ámbitos del bienestar, como Nazareth Castellanos, Ana Arrabé, Luis Pablo García Coronado, Silvia Álava, Angels Ponce, María Talavera, Virginia Prieto, Gonzalo Rodríguez Fraile… ponen a disposición de las familias sus conocimientos y sus prácticas para que puedan encontrarse cada vez mejor.
c) Recursos: Donde quepan todas las opciones existentes sobre accesibilidad, empleo, ocio, educación, sexualidad… Temas que preocupan a las familias hasta el infinito desde que nace su hijo hasta que se hace mayor.
2. 2. Somos conscientes de la importancia que tiene el trato humano y por eso complementamos la App con una línea de atención telefónica que está trabajando ya desde el 11 de marzo de este año.
Las personas pueden llamar y contar su caso, nuestro equipo las ESCUCHA y si es necesario, las deriva a los diferentes profesionales para que ellos, a su vez, les ayuden a encontrar una solución. Médicos de diferentes especialidades, capaces de ver a la persona con discapacidad en su conjunto, que asesoran a la familia en situaciones complejas; trabajadores sociales que ofrecen a las familias una Hoja de Ruta a seguir; profesionales que atienden situaciones en materia de accesibilidad o empleo; el tan necesario apoyo psicológico; consultas legales … Desde la Fundación Bertín Osborne derivamos para que no quede ningún cabo suelto y hacemos un seguimiento con el fin de que cada familia se sienta tranquila.
3. Retomamos los talleres presenciales (en suspenso durante la pandemia), el pilar de la Fundación en estos años. Sabemos los momentos tan importantes, de respiro y de aprendizaje, que estos talleres han supuesto para todos, tanto para las familias como para el equipo de la Fundación. Hemos aprendido y compartido.
Volvemos, porque
sin ellos nada sería lo mismo, con nuevos profesionales, voluntarios, familias,
ideas, proyectos y espacios.
En la web www.fundacionbertinosborne.org podéis encontrar más información si necesitáis y también en el teléfono +34 659 37 17 96.
Estar bien es un derecho que
todos tenemos. La sociedad entera debe estar bien, pero no todos lo tienen
igual de fácil. Por estar bien entiendo estar en paz, con nosotros mismos. Sólo
así podemos cuidar como los demás lo necesitan y no como nosotros queremos
hacerlo o creemos que lo necesitan. Porque hay capas y bloqueos que sanar, que
destapar, que deshacer… para que realmente podamos escucharnos y cuidarnos como
cada uno necesitamos.
Es verdad que los padres siempre
intentamos hacerlo lo mejor que sabemos, pero ¿y si es posible saber más para mejorar?
No perdamos la humildad y vayamos un paso más allá. Nuestros hijos nos llevan
al límite por defecto. La discapacidad, al abismo más alto de todos. Pero ahí,
quien tiene la mayor dificultad, es quien no puede salir corriendo, ni puede
hablar u oír para mostrar lo que siente. Si comprendemos que todos podemos
estar en esa situación en algún momento de nuestras vidas, que no nos pilla
lejos, sino al contrario, más cerca de lo que creemos, dejaremos de mirar con
pena y lo haremos con empatía. Y, si comprendemos, también, que todos somos
maestros de todos, y nuestros hijos el mayor motivo para dar un salto
exponencial hacia adentro, todo cobrará mayor sentido.
Por eso no nos sobreprotejamos ni
sobreprotejamos. Ayudémonos unos a otros a tomar perspectiva. Acompañemos. Y
eso sólo puede hacerse desde la “paZiencia”, o sea, desde la paz y el saber.
Informados y formados. Recordemos siempre que “la verdad nos hará libres”… Sólo
ésa verdad se adaptará a cada reto que la vida nos ponga por delante, nos hará
flexibles para no rompernos, nos ayudará a soltar peso para no ahogarnos... Esa
verdad está dentro de cada uno de nosotros.
Se trata de sumar. Somos un
equipo. Todos. Familias, entidades, profesionales… Por eso, desde la Fundación
Bertín Osborne, agradecemos a todos los que ya nos están apoyando, con
patrocinios y con diferentes y tan necesarias aportaciones, para que este
proyecto esté saliendo adelante.
Y yo, en primera persona, agradezco
a la Vida la posibilidad de hacer posible un sueño y de haber podido
incorporarme y sumar a su maravilloso equipo humano. Ahora pido ser capaces de
estar a la altura, de entrelazar y de conectar personas, para ayudar como
queremos hacerlo.
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